El porqué de todo esto

Pues como muchas cosas en la vida esto empieza de la forma más casual. Los usuarios domésticos que tenemos una caldera de gasoil habitualmente no tenemos el depósito en un lugar de paso, desde que lo llenas va pasando el tiempo y en un momento dado intuitivamente te empiezas a inquietar, ¿se me estará acabando el gasoil?. Siempre piensas, tengo que bajar a mirarlo, pero nunca encuentras el momento.

Hasta que llega un día que la calefacción no funciona, siempre pasa en el periodo más frío del invierno. Tiene lógica, ahora que puedo conocer mi curva de consumo veo que se compone de periodos con un consumo mínimo y de otros con un gran consumo. Lo primero es verificar que efectivamente te quedaste sin gasoil, lo segundo es llamar a un distribuidor para que venga a repostar, aquí es donde empieza el segundo problema. Como vives en la misma zona climática que  tus vecinos para ellos también es un momento de gran consumo, y hay una buena cantidad de ellos a los que les ha ocurrido lo mismo. Mi casa, como todas, tiene una cierta inercia térmica, pero en promedio no consigo repostar antes de dos días.

En algunos casos lleno el depósito y el problema está resuelto, en otros casos ha llegado el sedimento acumulado del depósito y tengo que acabar llamando al técnico de la caldera para que cambie el filtro y/o el chiclé porque se han embozado. Entretanto sigo pasando frío.

Y es que la calefacción es algo que con el tiempo normalizas, pones un cronotermostato y te olvidas durante todo el año. No conozco a nadie que tenga una alternativa por si se queda sin combustible, la única que hay es pasar frío. En mi caso, afortunadamente el agua caliente sanitaria utiliza otro combustible.

Esa era la motivación inicial, resolver un problema doméstico. He de reconocer que creía que era un problema de planificación personal, pero una vez resuelto en mi caso, cada vez que hablo de ello me doy cuenta de que es bastante universal.

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